dissabte, 22 de maig del 2010

Trabajo Miguel Hernández (Guille)


(SERPIENTE)

En tu angosto silbido está tu quid,
y, cohete, te elevas o te abates;
de la arena, del sol con más quilates,
lógica consecuencia de la vid.
Por mi dicha, a mi madre, con tu ardid,
en humanos hiciste entrar combates.
Dame, aunque se horroricen los gitanos,
veneno activo el más, de los manzanos.

Resumen.

La identidad cohete/serpiente que se establece en los versos 1 y 2 se justifica por la forma de ambos, el sonido que producen y el modo en que se desplazan. La figura de la serpiente, en sus evoluciones, se asemeja a la trayectoria zigzagueante del borracho, embriagado por la bebida fruto del zumo fermentado de unos maduros y jugosos granos de uva que la vid arranca a la tierra (versos 3, 4). La segunda parte de la octava real contiene claras referencias bíblicas y veladas alusiones sexuales. Según el relato del Génesis, Eva, seducida por la serpiente, cogió del fruto prohibido e indujo a Adán a cometer el mismo pecado, por lo que ambos fueron expulsados del Paraíso. Como ha podido observarse, la técnica preciosista de Hernández, en un sorprendente juego de factura típicamente gongorina, le ha llevado a utilizar una lengua en cierto modo extraña.

Comentario:

El poema habla de un animal específico, la serpiente, para hablar de ella la compara con un cohete por su forma y el sonido que reproducen al moverse, también habla un poco de la ‘’historia’’ de las serpientes con los humanos que según este poema dice que las serpientes hicieron entrar en combates con los humanos, creo que esto solo se puede relacionar con el episodio de Adam y Eva cuando son expulsados del paraíso tal y como se explica en el otro comentario.


(HUEVO)
Coral, canta una noche por un filo,
y por otro su luna siembra para
otra redonda noche: luna clara,
¡la más clara!, con un sol en sigilo.
Dirigible, al partir llevado en vilo,
si a las hirvientes sombras no rodara,
pronto un rejoneador galán de pico
iría sobre el potro en abanico.




Resumen:

Una realidad tan cotidiana como es el huevo se eleva hasta cimas poéticas insospechadas gracias al empleo continuo de metáforas de factura típicamente gongorina y ultraísta. El huevo es visto, imaginativamente, como una "luna clara", ya que es redondo y blanco por el exterior; "la más clara", por alusión a la clara de su interior; y "con un sol en sigilo", es decir, con la yema oculta, igual que el sol lo está en la noche (versos 3, 4). La segunda parte de la estrofa se inicia con la metáfora "dirigible" para referirse al huevo, a la que siguen "hirvientes sombras" y "rejoneador galán de pico", metáforas que aluden a la sartén y al gallo, respectivamente.

Comentario:

El poema habla sobre un huevo que el utilizado para representar una luna llena en una noche, ya que el huevo es redondo y blanco, en el poema también se hace referéncia a un sol oculto que seguramente sería la yema del huevo que esta oculto dentro de la clara.

"El niño yuntero",

Carne de yugo, ha nacido
más humillado que bello,
con el cuello perseguido
por el yugo para el cuello.
Nace, como la herramienta,
a los golpes destinado,
de una tierra descontenta
y un insatisfecho arado.
Entre estiércol puro y vivo
de vacas, trae a la vida
un alma color de olivo
vieja ya y encallecida.
Empieza a vivir, y empieza
a morir de punta a punta
levantando la corteza
de su madre con la yunta.
Empieza a sentir, y siente
la vida como una guerra,
y a dar fatigosamente
en los huesos de la tierra.
Contar sus años no sabe,
y ya sabe que el sudor
es una corona grave
de sal para el labrador.
Trabaja, y mientras trabaja
masculinamente serio,
se unge de lluvia y se alhaja
de carne de cementerio.
A fuerza de golpes, fuerte,
y a fuerza de sol, bruñido,
con una ambición de muerte
despedaza un pan reñido.
Cada nuevo día es
más raíz, menos criatura,
que escucha bajo sus pies
la voz de la sepultura.
Y como raíz se hunde
en la tierra lentamente
para que la tierra inunde
de paz y panes su frente.
Me duele este niño hambriento
como una grandiosa espina,
y su vivir ceniciento
revuelve mi alma de encina.
Lo veo arar los rastrojos,
y devorar un mendrugo,
y declarar con los ojos
que por qué es carne de yugo.
Me da su arado en el pecho,
y su vida en la garganta,
y sufro viendo el barbecho
tan grande bajo su planta.
¿Quién salvará este chiquillo
menor que un grano de avena?
¿De dónde saldrá el martillo
verdugo de esta cadena?
Que salga del corazón
de los hombres jornaleros,
que antes de ser hombres son
y han sido niños yunteros.




Resumen.

El protagonista del poema es un niño que -como el propio Miguel Hernández- tiene que trabajar en el campo desde muy temprano, destripando terrones y padeciendo todo tipo de estrecheces: fatiga, hambre, marginación... Ante tanta injusticia social, la indignación del poeta estalla con profundo dolor: Leyendo estos versos -escritos en un lenguaje directo que, no obstante, convierte la metáfora en un adecuado instrumento expresivo- se refuerza esa impresión de honda y cálida sinceridad emocional que suelen reflejar las composiciones de Hernández, en especial las "poesías de guerra", muchas de las cuales se escribieron en el campo, en las trincheras, ante el enemigo, sintiendo en profundidad la tragedia de una España -la de los milicianos- que luchaba por ideales de justicia y libertad.
Comentario:
Me parece el mejor poema de los tres, a mi parecer es que tiene mas sentimiento ya que el autor de pequeño también trabajó en el campo y tuvo que sufrir todo lo que ha escrito, es un poema para pedir la libertad de los niños, que no deben trabajar tan temprano y menos en trabajos tan duros, ni pasar hambre, etc.

Tercera parte del trabajo:

Aceituneros.

Andaluces de Jaén
Aceituneros altivos,
decidme en el alma: ¿quién,
quién levantó los olivos?
No los levantó la nada,
ni el dinero, ni el señor,
sino la tierra callada,
el trabajo y el sudor.
Unidos al agua pura,
y a los planetas unidos,
los tres dieron la hermosura
de los troncos retorcidos.
Levántante, olivo cano,
dijeron al pie del viento.
Y el olivo alzó una mano
poderosa de cimiento.
Andaluces de Jaén,
aceituneros altivos,
decidme en el alma: ¿quién
amamantó los olivos?
Vuestra sangre, vuestra vida,
no la del explotador
que se enriqueció en la herida
generosa del sudor.
No la del terrateniente
que os sepultó en la pobreza,
que os pisoteó la frente,
que os redujo la cabeza.
Arboles que vuestro afán
consagró al centro del día
eran principio de un pan
que sólo el otro comía.
¡Cuántos siglos de aceituna,
los pies y las manos presos,
sol a sol y luna a luna,
pesan sobre vuestros huesos!
Andaluces de Jaén,
aceituneros altivos,
pregunta mi alma: ¿de quién ,
de quién son estos olivos?
Jaén, levantante brava
sobre tus piedras lunares,
no vayas a ser esclava
con todos tus olivares.
Dentro de la claridad
del aceite y sus aromas,
indican tu libertad
la libertad de tus lomas.

Diccionario:

Cano: Antiguo.
Altivo: Orgulloso
Terrateniente: Persona que tiene tierras.
Loma: Altura pequeña.


Recursos:

Jaén, levantante brava- Personificación.
que os sepultó en la pobreza,
que os pisoteó la frente,
que os redujo la cabeza.-Paralelismo
¿quién
amamantó los olivos?- Pregunta retórica.
Y el olivo alzó una mano
poderosa de cimiento.- Metáfora.

Resumen:
El poema habla sobre los oliveros, Miguel dice que los olivos no son de los dueños de las tierras sino de quien trabaja estos olivos, que son los que realmente los cuidan, y los dueños de las tierras solo se llevan los beneficios y los oliveros solo tienen lo justo para sobrevivir y eso no es correcto.


A la Luna Venidera.

A la luna venidera
te acostarás a parir
y tu vientre irradiará
la claridad sobre mí.

Alborada de tu vientre,
cada vez más claro en sí,
esclareciendo los pozos,
anocheciendo el marfil.

A la luna venidera
el mundo se vuelve a abrir.

Diccionario:

Irriadar: Transmitir, propagar, difundir.
Alborada: Tiempo de amanecer o rayar el día.
Recursos:
A la luna venidera
te acostarás a parir
y tu vientre irradiará
la claridad sobre mí.- Metáfora.

Resumen:

Creo que el poema habla sobre una mujer embarazada que compara su vientre con una luna que irradia vida, ya que dentro de esta mujer existe una nueva vida que compara con la luna, por eso dice que a lo de luna venidera la vida se vuelve a abrir.


Besarse, mujer.

Besarse, mujer,
al sol, es besarnos
en toda la vida.
Asciende los labios,
eléctricamente
vibrantes de rayos,
con todo el furor
de un sol entre cuatro.
Besarse a la luna,
mujer, es besarnos
en toda la muerte:
descienden los labios,
con toda la luna
pidiendo su ocaso,
del labio de arriba,
del labio de abajo,
gastada y helada
y en cuatro pedazos.

Diccionario:

Ocaso: Puesta del Sol, o de otro astro, al transponer el horizonte.
Recursos:
del labio de arriba,
del labio de abajo- Paralelismo.
Asciende los labios,
eléctricamente
vibrantes de rayos,
con todo el furor
de un sol entre cuatro. – Metáfora.
Resumen:

El poema habla sobre los besos de una mujer, el poema se divide en 2 partes y dos estrofas que las delimitan, en la primera el autor habla sobre lo que siente a través de los besos de esta mujer en el día y en la segunda estrofa culmina sus sentimientos con lo que siente cuando la besa a la luz de la luna.

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